martes, 16 de septiembre de 2014

Día 163 Declaración de Principios No. 1



Antes de entrar de lleno a estudiar lo que me he propuesto exponer en este blog, me ha parecido importante hacer mi declaración de principios, el cual comparto con un grupo que esta por la igualdad y unicidad sobre la Tierra. Dado que esto me define como la persona en la que quiero convertirme haciendo posible cambiar dentro de mi misma las programaciones sociales a las que he sido expuesta desde mi nacimiento y que alimento desde mi participación y admisión diaria basadas en el interés propio. Porqué para exponer públicamente cualquier cosa que sea significativa para uno mismo y otros es imprescindible tomar como punto de partida el compromiso propio para dar u ofrecer lo mejor de mi misma sobre bases reales. 



1. Darme cuenta y vivir mi máximo potencial
Esto significa que soy consciente de que soy una persona que vive en sociedad. Es decir nadie es un Robinson Crusoe que vive solo en una isla y subsiste gracias a su propio ingenio y trabajo en solitario para sobrevivir en un medio ambiente hostil. Por el contrario todos somos seres sociales, interconectados, dentro de una división social del trabajo donde todos tenemos nuestra parte en construir el mundo tal como lo conocemos, para producir, intercambiar y consumir. 
Por lo tanto, lo que hablamos, decimos y hacemos repercute/ resuena o afecta todo el entorno, en ondas expansivas a través de todos aquellos que nos rodean y aún más allá. Por lo tanto al ser consciente de que estoy haciendo mi mejor esfuerzo en honestidad conmigo misma en lo que digo, pienso y acepto o permito en la realidad física debe ser encaminado a dejar a un lado el interés personal y hacer lo que es mejor para la colectividad en la que vivo incluyendo a los animales y las plantas. 

Vivir entonces mi máximo potencial significa entonces que dejo a un lado mi miedo de expresarme en unicidad e igualdad con todo, dentro de una sociedad que históricamente a ensalzado el interés propio como una virtud del homus economicus, que en la ciencia económica especialmente dentro del capitalismo, significa un modelo de comportamiento basado en la racionalidad con la finalidad de obtener el máximo beneficio personal, o utilidad, siguiendo el principio del menor esfuerzo. En donde se concibe al hombre como naturalmente egoísta, a quien solo le interesa satisfacer sus deseos no importa sobre quién o qué tenga que pasar. Quién logra esto seguramente obtendrá el reconocimiento y el elogio de su medio ambiente social. No seguir este comportamiento entonces significaría que alguien que no actúa en interés propio es irracional y será juzgado como tonto u utópico.  

Vivir mi máximo potencial es entonces reprogramarme a mi misma siendo consciente de que mis palabras, acciones y pensamientos tienen una repercusión dentro de la totalidad. Tener como finalidad última el buscar el beneficio colectivo, tiene que pasar primero explorar aquellas áreas oscuras donde estoy siendo deshonesta conmigo misma, queriendo obtener aquello que me satisface personalmente aunque perjudique a terceros, para dirigirme a mi misma en consciencia para cambiar esta programación y de esta manera honrar la vida en todas sus formas.  

Por lo tanto, si cambio mis pensamientos cambia mi visión del mundo, y cambia la forma en que me relaciono con los demás y mi miedo ambiente, y paso a paso de manera lenta pero segura ir sembrando la semilla que transforme la realidad social que nos mantiene aprisionados dentro del pensamiento, obra y omisión (cuyo significado es incurrir en una falta por haber dejado algo necesario o conveniente) del homus economicus. Para hacer lo mejor para todos por igual.

martes, 2 de septiembre de 2014

Día 162 INTRODUCCIÓN

En este blog pretendo exponer una perspectiva de como a través de la historia de la humanidad de acuerdo a los registros, ésta no ha sido más que la historia de la lucha del poder y del dinero. Lo cual se manifiesta de diferentes formas de época en época. Cada una de ellas conlleva formas especificas de producir bienes de consumo, una relación especifica con la tierra "el arsenal del hombre", y con los objetos a partir de los cuales transforma a la naturaleza para su propio beneficio.


No solo ésto la forma en que el hombre satisface sus necesidades materiales crea al mismo tiempo "relaciones sociales de producción", es decir relaciones entre los hombres, entre aquellos que  crean riqueza a partir de la ejecución de su "fuerza de trabajo" para la transformación de la naturaleza en materia prima , a través de los medios de trabajo que utiliza para dicho fin (fuerza de trabajo que consume energía vital para producir objetos de uso), y de aquellos hombres de la "clase pecuniaria" (clase ociosa diría Veblen) que se apropian de esta riqueza, sin necesidad de esclavizar o poner en venta su fuerza de trabajo.

La justificación a dicho abuso ha creado a su vez patrones de comportamiento, "hábitos mentales", creencias, ideologías, patrones mentales que se manifiestan a lo largo de la historia como "programaciones mentales" que justifican generación tras generación el abuso hacia la naturaleza y hacia el hombre mismo en aras del poder y la riqueza. o simplemente del beneficio personal. 



No obstante, mi visión no solamente pretende ser la de un observador científico que investiga las causas/orígenes y motivaciones de dichas formaciones sociales, sino también la de un participante que de manera consciente o inconsciente dentro de su propia individualidad ha aceptado y permitido la perpetuación dentro de sí mismo del abuso en la Tierra. Al aceptar como dadas e incuestionables las programaciones mentales que generación tras generación me fueron dadas para justificar la desigualdad y la pobreza, la guerra, y el consumismo, y en general todo aquello que no es mejor para la vida como un todo. 

Esto implica que tomo mi responsabilidad en la aceptación y permisión de dichos patrones, corrigiendo en la vida practica el abuso y haciendo lo mejor para todos por igual. Encontrando soluciones que incluyan a todo y a todos como uno e igual frente a una humanidad que parece no encontrar respuestas a los eventos de crisis en todos los ordenes, simple y sencillamente porque no se incluye dentro del problema y busca soluciones dentro de sí mismo, antes que en los gobiernos, en las instituciones, las religiones, o en cualquier tipo de sistema organizado. Los tiempos que vivimos, me parece, requieren más que nunca un cambio de paradigma de pensamiento y de acción que incluya  como solución lo que es mejor para toda la vida.